
....no se lo digas a nadie....
Creo que es lo peor que alguien puede decirnos. Por alguna extraña razón esa pequeña frase despierta automáticamente el pensamiento de TENER que contárselo a alguien más. Lo malo de esto es que cada persona se lo cuenta "sólo a una persona más" y así se hace una cadena tal que al final todo mundo acaba enterado. Eso sí, todo mundo se hace güey y finge que no sabe nada por aquello de que le hicieron prometer que no lo diría a nadie :P
No voy a negar que también me sucede, es inevitable, pero tengo una táctica que me ha funcionado muy bien para quitarme de ese conflicto. Cuando ya no aguanto busco a una persona que no tenga nada que ver con la persona que me hizo la confidencia y como obviamente no le interesa porque ni sabe de quien hablo automáticamente pierde el chiste el asunto.
Admiro a las personas que pueden callarse todo, de verdad que sí.... hmmm... de hecho creo que sólo conozco dos, y curiosamente son hombres. Será que son menos chismosos que nosotras? hmmm no sé, porque hay algunos a los que les encanta el rollo...
Bueno y todo este preámbulo viene porque he estado cuestionándome que tanto debemos "compartirnos" con los demás, cómo diferenciar a quien sí podemos o debemos contarle nuestras cosas y hasta donde debemos contar... con eso de que contaba todo en mis terapias me quedé muy acostumbrada a discutir cada aspecto de mi vida pero si entiendo que era parte de un tratamiento y ahora me siento un poco descontrolada.
Se aceptan sugerencias, consejos, regaños y todo lo que les parezca apropiado :P