Un fin de semana de contrastes

Ya me di cuenta de que me gustan más las graduaciones cuando no soy la involucrada. No hay nervios, no hubo que pasar por un examen para llegar ahí y sobre todo no tengo que preocuparme tanto de lo que hay que ponerse y que decir. Claro, tiene su contraparte, los discursos se vuelven aburridos porque no entendemos los chistes locales y las personas a las que hacen mención no tenemos idea de quienes son ni porque las alaban tanto, pero bueno, es buen momento para echar ojo entre los demás invitados y hacer el recorte pertinenete sobre zapatos, vestidos, peinados o bien para dejar la mirada fija como si estuvieramos muy atentos y en realidad entrar en nosotros mismos y ocupar ese tiempo para la introspección.

Eso decidí hacer yo este fin de semana durante la graduación de una de mis primas (que afortunadamente no habla español así que no podrá leer esto y ofenderse porque no puse atención :P). Empecé compadeciendo a una pobre invitada que llevaba unos zapatos hermosos y que por supuesto acabaron inservibles porque la lluvia dio buena cuenta de ellos y de que una cosa lleva a la otra terminé reflexionando sobre como la esperanza es lo último que muere, pero al mismo tiempo de como, cuando la mantenemos y no da los resultados esperados hace que una decepción trás otra nos lastime continuamente.

A qué viene todo esto? bueno, la semana pasada hablé con una persona muy importante para mi, había habido ciertos cambios en nuestra relación que pensé que con la llamada habían quedado resueltos... ya lo habíamos hablado antes varias veces, siempre convencidos que ibamos a echarle ganas para sacar la situación adelante y sin embargo siempre acabamos volviendo a caer en el mismo abandono. No sé si por agotamiento o por querer de alguna manera protegerme de una vez por todas, pero esta vez yo sabía que lo que sucediera sería definitivo. No es que me guste renunciar a las cosas, soy muy necia y empecinada, pero llega un momento en que ya no tienes fuerzas, que todo pierde sentido y no queda más remedio que aceptar que ya no hay cómo ni porqué seguir luchando por una causa perdida. En fin.... hablamos, una vez más dijimos que queríamos que funcionara y que esta vez si ibamos a lograrlo y nos comprometimos a hacer nuestro mayor esfuerzo para lograrlo....pense que para ambos era claro que esta vez era la última y que por esa misma razón esta vez si tendríamos exito.... la emoción duro dos días, tal vez tres y se apagó de nuevo la posibilidad de hacerlo funcionar. Creo que en el fondo sabía que sucedería pero insisto, tenía la esperanza de estarme equivocando..... racionalmente sé lo que tengo que hacer ahora y voy a llevarlo a cabo sin duda alguna.... emocionalmente.... it hurts a lot.

Es triste que algo empiece pensando en el momento del final. Sin embargo, todo tiene un final. De una o de otra forma, siempre lo tiene....

Afortunadamente allá arriba me quieren y nunca me abandonan del todo, este fin también tuve uno de los mejores momentos que he compartido con otra persona también muy especial en mi vida. Aquí también sé en el fondo lo que sucederá a futuro y me hace feliz saberlo, pensarlo y estoy segura que disfrutaré mucho conforme vaya sucediendo. Alguna vez creí que esto que hoy tengo ya se había perdido, que había cambiado y que no podría volver nunca a ser tan bueno como alguna vez fue.... esta vez me alegró de haberme equivocado.... hoy es mucho mejor que antes =)